Paseando en la plaza por la tarde
gafas de sol ocultan mi mirada,
sólo una gota más en el océano,
caminante sin rumbo en el mundo
del turismo de chicas rubias jóvenes
tumbadas en la plaza,
mostrando a los nativos deseados
bellos cuerpos del norte, deseando asaltarlos.
El mar de suecas, infinito harén
de la no realidad, sueños lejanos
de un mito callejero, a tu lado,
tumbadas, silenciosas y dormidas
mujeres de la zona más remota,
más allá de la sierra pirinea.
Haikú de los Poetas
Sólo el poeta
sabe hacer los milagros
como dios manda.
sabe hacer los milagros
como dios manda.
lunes, 26 de enero de 2009
Guiris
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario