Haikú de los Poetas

Sólo el poeta
sabe hacer los milagros
como dios manda.

domingo, 31 de julio de 2011

Gato por liebre







Elige un gato joven
que tenga buena facha:
llamas al aguador y lo despacha.

Cébale con riñones,
asaduras, mollejas y pichones.
Prohibe darle sustos,
desazones, castigos y disgustos;
y al año, o poco más, tendrá el minino
el cogote muy ancho y el pelo fino.

Ya gordo y reluciente,
haciéndole caricias con la mano,
degollarás al gato dulcemente,
como si degollaras a tu hermano.

Desuéllale con arte,
límpiale bien, y que le oree el viento,
pásale un espadín de parte a parte,
y ásale a fuego lento:
despacio, y muy a punto,
báñale con un unto
de aceite aderezado,
con limón y con ajo machacado;
en tanto, le volteas,
y solo a medio asar, es el instante,
con sal le espolvoreas,
no apartando del gato la mirada
hasta que su corteza esté dorada,
y asado el animal, y harto de fuego,
con punzantes aromas,
te obligue a que le saques y le comas.
Si al asarle seguiste mis consejos,
riete de las liebres y conejos.
Sólo algún mentecato
a quien trates de dar gato por liebre,
pedirá que le des liebre por gato.